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2 comentarios en “2.1 Cuerpo de la hembra”
Norma Velasquez
Es sorprendente conocer el universo que almacena nuestro órgano reproductor y ver que va más allá que la simple reproducción; aceptando que lo más primordial es nuestro propio bienestar, aceptación y placer.
Registro sensaciones, emociones y pensamientos.
Termino de leer con la mandíbula apretada y el ceño fruncido, me genera sensación de injusticia, me veo a mí, a mis abuelas, tias, madre, amigas, aguantando dolores frente a la sociedad, porque “a eso vinimos, a sufrir¨, así me decía mi abuela.
Me viene a la mente un recuerdo de cuando tenia 12 años en la cama de hospital, llevaba ya tres días después de la operación por peritonitis y mi dolor en la panza no cesaba, mi fiebre tampoco. Cuando venia el Doctor Tuzet a visitarme yo le contaba sobre mini dolor y él respondía con cara de sobrador: aaah! é che tu sei una lamentona! Es que vos sos una quejona.
Yo apretaba los dientes y guardaba las lagrimas. Soy una quejona ? Me preguntaba si yo realmente lo era, entonces como no quería serlo, seguía aguantando. Mi mamá como lo que decía el medico era ley, callaba en un rincón.
Hasta que después de unos días más llegó otro doctor de turno y al verme me mandó a hacer estudios y resulta que mostraba infección por la operación que no había sido bien hecha. Asique de nuevo al quirófano y tuve que andar con un tubo cual falo que salía de entre mi vulva y mi ombligo, por 5 días. Sentía que tenia pene de plástico y me causaba mucha impresión. Hoy me doy cuenta que podría no estar aquí contando esta historia si no fuera por ese segundo medico que vino a revisarme, me doy cuenta que es necesario tener informacion y conocer nuestro cuerpo. Agradezco inmensamente este curso que me está abriendo los ojos de una manera transformadora.
Gracias, gracias, gracias
Es sorprendente conocer el universo que almacena nuestro órgano reproductor y ver que va más allá que la simple reproducción; aceptando que lo más primordial es nuestro propio bienestar, aceptación y placer.
Registro sensaciones, emociones y pensamientos.
Termino de leer con la mandíbula apretada y el ceño fruncido, me genera sensación de injusticia, me veo a mí, a mis abuelas, tias, madre, amigas, aguantando dolores frente a la sociedad, porque “a eso vinimos, a sufrir¨, así me decía mi abuela.
Me viene a la mente un recuerdo de cuando tenia 12 años en la cama de hospital, llevaba ya tres días después de la operación por peritonitis y mi dolor en la panza no cesaba, mi fiebre tampoco. Cuando venia el Doctor Tuzet a visitarme yo le contaba sobre mini dolor y él respondía con cara de sobrador: aaah! é che tu sei una lamentona! Es que vos sos una quejona.
Yo apretaba los dientes y guardaba las lagrimas. Soy una quejona ? Me preguntaba si yo realmente lo era, entonces como no quería serlo, seguía aguantando. Mi mamá como lo que decía el medico era ley, callaba en un rincón.
Hasta que después de unos días más llegó otro doctor de turno y al verme me mandó a hacer estudios y resulta que mostraba infección por la operación que no había sido bien hecha. Asique de nuevo al quirófano y tuve que andar con un tubo cual falo que salía de entre mi vulva y mi ombligo, por 5 días. Sentía que tenia pene de plástico y me causaba mucha impresión. Hoy me doy cuenta que podría no estar aquí contando esta historia si no fuera por ese segundo medico que vino a revisarme, me doy cuenta que es necesario tener informacion y conocer nuestro cuerpo. Agradezco inmensamente este curso que me está abriendo los ojos de una manera transformadora.
Gracias, gracias, gracias